Trágica Calma

Canción: Dusk - Paled

La Despolarización de la Voluntad.

Claustrofobia. Esa es la palabra que mejor define el regusto que me deja en la boca el pensar lo siguiente. La única forma que tiene el ser humano para relacionarse con su entorno es la musculatura voluntaria. Todas y cada una de las acciones que se le puede ocurrir a uno se rigen por el músculo estriado o voluntario. Desde cualquier medio de expresión (movimientos faciales, hablar, gesticular) hasta desplazamientos. Cualquier cosa que se te ocurra... lo mismo. ¿Los órganos de los sentidos? Herramientas informativas, no ejecutivas. ¿Un orgasmo? ¿Orinar por la mañana? ¿Escribir un poema? Músculo, músculo, músculo. ¿... y la consciencia? Una pera es igual de consciente que un ser humano "desmuscularizado".

¿Qué hay de nosotros mismos en nosotros mismos? Cuando un grandísimo porcentaje de las funciones vitales de cualquiera de nosotros es totalmente ajeno a nuestro control, sólo queda resignarnos a nuestros propios músculos. Tanta parafernalia vital para que se reduzca a una contracción y a una relajación. Tantos aires de grandeza para estar encerrados en una carcasa de carne donde sólo podemos mover algunas palancas.

Si la libertad es la ruptura sucesiva de yugos cada vez mayores, quizás el mayor de ellos sea la tiranía del músculo voluntario. Hazle frente a tu sistema nervioso central. Toma el control de lo que eres y deja de ser la consecuencia de un conjunto de contracciones. No te resignes a las palancas que alguien o algo te cedió y hazte con todo el panel de control.

¿Te crees capaz y todo?

Al final, todos morimos solos.

Canción: Saturnus - All Alone.

Comienza el Verano

Toda una lista de cosas que hacer y poco tiempo para ello.

Canción: October Tide - Ephemeral.

El Error de la Biología. La Tumba Intrauterina.

La embriología es una rama de la biología y/o la medicina que desata diferentes sensaciones. Por un lado, rechazo visceral ante las características abominables de estos fetos y embriones. Por otro lado, atracción por la magia que emanan estos peculiares seres, a medio camino entre la vida que pudo ser y la forma que terminó siendo.
Observando algunos de ellos uno se da cuenta de dónde provienen ciertos seres mitológicos como los cíclopes o las quimeras. Dado que las siguientes imágenes pueden resultar desagradables, queda a la elección del lector seguir avanzando en esta entrada.

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La Costa

Los guerreros, exhaustos, embarcaron en una larga travesía. La disentería y el escorbuto se llevaron a muchos de ellos. La embarcación zozobraba cada vez más con el transcurso de los años. En el pecho de los marineros supervivientes residía la luz de la costa y la certidumbre de que, en Septiembre, el horizonte clarearía.

Canción: Grívf - Helfarer.

La Sexualidad Humana

Siendo la energía vital el líquido elemento, la sexualidad es el recipiente. El cristal puede adoptar formas inimaginables. O el plástico.

Anhedonia

La realización personal como objeto de placer. Tu enemigo es la anhedonia.

Canción: Ataraxie - Anhédonie.

Journey Through Caves of Mankind

Hace algunas semanas realicé este recopilatorio de doom-metal, y quería aprovechar que mi buen amigo [NT] me ha hecho unas carátulas para el disco para colgarlo aquí en el blog ambas cosas, las canciones y las carátulas. Todo se encuentra en un .rar descargable en este link:

http://www.megaupload.com/?d=1HLOA71T

1.Ahab - The Hunt
2.Wormphlegm - Tomb of the Ancient King
3.Sunn O))) - Big Church
4.My Dying Bride - The Cry of Mankind
5.Disembowelment - Cerulean Transience Of All My Imagined Shores
6.Reverend Bizarre - Cirith Ungol

Con este recopilatorio quería un poco ponerle música a lo que es la vida del hombre. Una vida en la que tiene que luchar contra los elementos, con el destino, con lo que se supone que es sagrado y sacrílego y, sobre todo, contra sí mismo. El tema de Ahab simboliza esto para mí, pues narra la historia del protagonista de Moby Dick, en la que no deja de perseguir su objetivo, la ballena blanca, con terquedad. La canción realmente te hace evocar una embarcación en medio del océano, con el ir y venir de grandes olas y el peligro acuciante del cetáceo asesino debajo de las aguas, acechando. La canción termina lentamente, apagándose, como si el viaje continuara.

Y el viaje continua hasta las mismas puertas del Infierno, de la mano de Wormphlegm. Cuando escuché por primera vez a este grupo lo primero que me vino a la mente fue eso: si el Infierno realmente existe, debe de sonar así. Guitarras extremadamente pesadas y lentas y gritos de almas torturadas, altos y graves. La canción termina con el sonido de lo que parece el latido de un corazón, agónico, como si la salvación no existiera.

No hay Infierno sin Cielo. Pero quizás el cielo no es tan placentero como siempre nos han contado. Las guitarras distorsionadas de Sunn O))) que suenan a intervalos entre los cantos angelicales me hacen pensar en el más allá. Y no es una imagen tranquilizadora. Es como si el Cielo más que estar suspendido entre las nubes, estuviera inmerso en intensa niebla, impenetrable a la vista de todos nosotros, ocultando su verdadera naturaleza.

¿Qué hay entre el Cielo y la Tierra? El hombre. Este clásico de My Dying Bride siempre me ha parecido, por así decirlo, una oda a la vida. Comienza lentamente, con un sonido de guitarra que dura prácticamente toda la canción y que a mí se me parece al nacimiento de cualquiera de nosotros. A medida que va progresando la canción se van añadiendo el resto de instrumentos, con una melancolía que lo inunda todo. Y, pese a todo, transmite un mensaje de optimismo, a su manera. Dan ganas de vivir. La canción termina, con lo que parece la muerte definitiva, aún con el sonido de guitarra de fondo, como si el alma siguiera su camino hacia algún lugar superior, glorioso... y aterrador.

Quizás el más allá es otra cosa. Quizás es suspensión. Como una jaula invisible en la que uno flota y en la que sólo se oye uno a sí mismo. Con esta canción de diSEMBOWELMENT parece como si un alma en pena estuviera recordándose todos sus errores en vida... y nadie le escuchara.

Como colofón final, esta agónica canción de Reverend Bizarre, que consigue con sencillez teletransportarte a Mordor. Donde un incansable ojo vigila el desierto lugar y en la que una tarea debe ser acabada por todos los medios, aunque sea llegar hasta las puertas de la perdición. El viaje parece no terminar nunca. Quizás el viaje nunca llega a terminar...

La conexión

La resonancia Schumann es un fenómeno físico que consiste en la formación de un campo magnético en la ionosfera terrestre que oscila a una determinada frecuencia constante. Muchos pseudocientíficos y expertos en asuntos paranormales han utilizado este hecho para lanzar al aire una serie de interesantes fenómenos. Se ha postulado que la frecuencia a la que oscila la ionosfera terrestre es la misma que tiene el hipotálamo de los mamíferos y del ser humano. Es un buen intento para retomar las viejas ideas de Gaia y del Hombre como un todo con la Tierra. También se ha promulgado, con escaso rigor científico, que la privación de estas ondas electromagnéticas causa alteraciones psíquicas llegándose a decir que la NASA produce generadores de ondas Schumann para la estabilidad de sus astronautas. Otras teorías más paranoicas estiman que los Estados Unidos está desarrollando en secreto armas que pudieran modificar o anular estas ondas para desbalancear a su favor las guerras futuras.

Somos estructuras de materia orgánica, cuyas moléculas reaccionan entre sí. Conocemos la estructura de muchas de ellas, algunas con bastante exactitud. Pero no las controlamos.
Nuestras células nos conforman, y pese a ello son elementos independientes con una misión que cumplen a rajatabla sin preguntarnos. Muchas las conocemos bien. Pero no las controlamos.
Las diferentes regiones de nuestro organismo se comunican hormonal y nerviosamente. Podemos entender algunos de estos mensajes. Pero no los controlamos.

¿No sería hermoso que existiera el efecto Schumann? En una sociedad hambrienta de divinidades nuevas a las que adorar, quizá nos hace falta creer en algo científicamente validable que justifique nuestras acciones colectivas. Algo que nos ampare. Algo que nos haga sentir parte de un todo. Algo que nos conecte. Algo parecido a la resonancia Schumann.

Quizás el alma humana sea una proteína mitocondrial que se exprese al exhalar el último aliento.

Y después... ¿qué?

Debe haber algo más allá.

Canción: Inborn Suffering - Stygian Darkness

Anisocoria

Es más versátil observar la realidad teniendo ventanas de distinto tamaño.